domingo, 14 de octubre de 2012


LEYENDA DE LA MUJER EMPAREDADA EN SEVILLA: 

Cuenta la leyenda que en la casa nº 4 de la C/ Marqués de la Mina, cerca de la Iglesia de San Lorenzo, vivía Esteban Pérez un maestro albañil. Una noche de invierno de 1868 un caballero llamó a su puerta cubierto con una chistera y con una amplia capa, éste le hizo un encargo urgente para esa misma noche prometiéndole una fuerte suma de dinero.

Esteban cogió todas sus herramientas y subió al carruaje del caballero, una vez dentro éste le insistió en vendarle los ojos y ante el recelo del hombre le puso un revolver en el pecho y le dijo: 

""Puede Vds elegir entre el oro y el plomo"".

El hombre recorrió las calles de Sevilla en el carruaje durante una hora siendo imposible quedarse con el lugar donde se detuvo el carruaje. Fue llevado a un sotano en el que al descubrirle los ojos le ordenaron levantar un tabique ante una hornacina, aterrado comprobó que en el interior había una mujer sentada en una silla, atada y amordazada. Le encañonaron y de nuevo oyó la frase: "Puedes elegir entre otro y el plomo"

Ante el miedo a ser asesinado levantó el tabique, terminado el trabajo fue amenazado de nuevo de muerte si contaba lo sucedido. Le venderon los ojos y lo llevaron a su casa

Una vez allí se acostó pero no podía dormir por el espantoso escándolo, despertó a su mujer y le contó lo sucedido, se vistieron y fueron al Juez de Guardia.

Éste le tomó declaración y aunque no sabía el recorrido por las vueltas que había dado el carruaje, recordó que cada cuarto de hora sonaba una campana de una iglesía cercana. 

La pista fue definitiva: en toda Sevilla la única Iglesia que marcaba los cuartos era la de San Lorenzo, el coche había dado vueltas durante una hora para volver al punto de  partida.

Con éste indicio y otros detalles que recordaba sobre el sótano, encontraron rapidamente a la mujer y lograron rescatarla sana y salva, que resultó ser la dueña de una conocida confiteria de La Campana.

El culpable del terrible suceso era su marido, un hacendado cubano propietario de plantaciones que por un ataque de celos la emperedó, siendo detenido por la policia cuando intentaba embarcar a La Habana. Finalmente resultó que éste era un verdugo de Cuba que se dedicaba a chantajear a personas acaudaladas. 

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